La fiesta comienza mañana y alcanza su apogeo el domingo y el lunes, cuando distintas bandas tributo interpretarán todas las canciones de los doce elepés originales de los Beatles. Los temas sonarán en cadena siguiendo el orden listado en los discos y respetando la fecha de su publicación. Como colofón, se escucharán los súper éxitos que se editaron en formato single en los nueve años de su carrera discográfica.
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El Mathew Street saltó hace unos años de su enclave inicial, en la calle donde todavía se localiza The Cavern Club, el local más frecuentado por los Beatles. En su 18 edición, y con el apoyo logístico y financiero del ayuntamiento de Liverpool, se celebra en seis escenarios al aire libre, además de pubs y bares, y atrae a más 250.000 personas entre el domingo y el lunes. Participan en el maratón musical cerca de un centenar de bandas nacionales e internacionales, como Los Escarabajos, de Sevilla; Beapple, de Holanda; The Cavernites, de Gales; Bitter End, de Argentina; o los canadienses Eight Days a Week. Un evento alternativo, el Fringe, se enfoca en grupos contemporáneos de la región del Merseyside.
300 lotes con recuerdos
La expansión geográfica ha favorecido la diversificación creativa. Junto a versiones de los Beatles habrá sesiones dedicadas al movimiento mod, a artistas negros, mujeres cantantes o a la movida de los setenta. Mientras, los fanáticos de los Beatles protagonizan su convención anual en Liverpool. En su 25 aniversario se ha organizado una subasta con el más extenso catálogo de los últimos años. Se ofrecen cerca de 300 lotes con recuerdos relacionados con los 'four fab' a precios estimados entre los 20 y 5.000 euros. Hay objetos habituales en este tipo de intercambios comerciales, como fotografías, chapas, tarjetas promocionales, carteles y discos. Pero también se venden reliquias inusuales o muy codiciadas por los coleccionistas.
Entre las rarezas sorprende un retrete que Lennon tenía en un baño de su mansión en Tittenhurst Park, cerca de Londres. De cerámica blanca, intercalada con decorados en azul, la excepcional pieza viene avalada por una nota que el guitarrista entregó al fontanero que la desmontó de su hogar. «Llévatelo y utilízalo de florero o de lo que sea», le dijo Lennon. El retrete se subasta por unos 1.000 euros. Menos pesados pero con precios de salida más altos, se venden un «trozo original», según se dice en el catálogo, del estrado del Cavern Club (unos 3.500 euros) y una entrada en impecable estado de conservación de un concierto que los Beatles dieron a bordo de un barco por el río Mersey, el 28 de septiembre de 1962.
«La programación de este año garantiza un gran fin de semana de música y entretenimiento para todas las edades y gustos. Se han introducido temáticas novedosas que demuestran cómo Liverpool ha influido al resto del mundo», señala Wendy Simon, concejal de Cultura. El festival sirve para reforzar el objetivo de las autoridades locales: convertir la cuna de los Beatles en la primera capital músical reconocida por Unesco. Los preparativos ya están en marcha con vistas a presentar la propuesta oficial en el otoño.
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