Cuando me enfrento a la hoja en blanco, comienza un festival de ideas en mi cabeza que no deja paso a la templanza de la reflexión, para poder desgranar el tema o temas a tratar para publicar en el blog.
Mi trabajo puede dar para mil entradas en el blog, pero por su carácter, debo tener mucho tacto. Me explico, yo vivo gracias a mi trabajo de funerario. Os podéis imaginar el número de anécdotas que he vivido, vivo y viviré. En mas de una ocasión me he preguntado donde esta la cámara de televisión grabando, dado que estábamos viviendo algo absurdo en aquel lugar.
Hay una película que se estreno la pasada semana en los cines, que me ha traido el recuerdo de un servicio a la cabeza. El protagonista se despierta en un féretro con un móvil. Esto me hizo recordar a una señora que por deseo propio, estuvo en velatorio con un móvil bien cargado y encendido, y no dejo de sonar (por supuesto las llamadas no fueron contestadas). El artilugio de comunicación se fue con ella cuando se inhumo en el cementerio. Y mira por donde a alguien se le ocurre una peli, con un vivo en un féretro y un teléfono móvil.
Prometo seguir con un largo anecdotario
1 comentario:
Bueno, puedes hacerlo pero de un modo más light, casi con humor... creo que muchas veces lo necesitamos...
Besicos
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