El Guggenheim cumple ya 12 años. Este museo fue el inicio de la transformacion de la capital Bizkaina. El cambio de su imagen. Hoy Bilbao dista mucho de aquella ciudad oscura y con su nube industrial que se podia apreciar desde el monte. Aquel botxo de sirimiri, gris plomizo.
Hoy quien nos visita puede disfrutar de una ciudad abierta, con multiples ofertas culturales y una gastronomia que sigue siendo un verdadero pecado para el paladar.
Para los que conocimos aquel Bilbao de finales de los setenta, siempre tendra un especial recuerdo, si, era feo, pero era nuestro querido Botxo.
Felicidades a todos aquellos que supieron ver en este museo un acierdo de futuro y apostaron por èl.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo contigo, -y lo que despotriqué yo contra el titanio este-, en fin...
Años que no he pisado Bilbao, tengo pendiente volver no he llegado a conocer ni el museo y el cambio que ha dado la ciudad.
Un abrazo
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