Hay un lugar a una hora escasa de Bilbao, en el Valle de Tobalina, donde me encanta pasar el fin de semana. Lozares es un pueblo, de apenas 30 habitantes que se encuentra entre Frias y Trespaderne, en la provincia de Burgos. Allí, en una casa de campo, alejado del mundo disfruto del placer del campo. Cuando llegas el tiempo, la vida se relentiza y todo se rige por el Sol y la Luna. El reloj pasa a un segundo plano, y hasta las personas tienen una cara mas relajada.
Es entonces, cuando te das cuenta de la vertiginosa vida que llevamos en la ciudad. Como se puede vivir con mas calidad. Como las cosas que importan en la ciudad, en el campo son tan solo una mera anécdota.
Allí el móvil permanece apagado. Este artilugio de la vida actual que nos mantiene comunicados y siempre localizados, restándonos la libertad que antaño teníamos.
Algún día podre disponer del único reloj que necesito para contar las horas, el Sol y la Luna, y mi estomago que marca la pauta alimenticia.
1 comentario:
Que lugar mas tranquilo y apacible debe ser, y a veces que bien nos sienta esa separación del bullicio y las prisas rutinarias. A mi también me gusta escaparme a un sitio así y descansar mente y cuerpo unos días. Antes solo quería bullicio, ahora disfruto la tranquilidad y el único ruido de los sonidos del campo.
Un abrazo
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