Hoy, después de un día de trabajo marcado por el primer día de la semana, me he sentado a disfrutar de un café. Sentado junto a la ventana he disfrutado del ir y venir de gentes que caminan con su vida a cuestas.
Y digo que he disfrutado, porque he querido ver en cada uno de ellos un mundo lleno de alegrías, penas, risas, lágrimas, amor, engaño, miedo………
Me fijo en una pareja que esta sentada frente a mi, segunda mesa. La edad de ambos ronda los cuarenta y largos. Por su forma de actuar, diría que son furtivos del amor, y que no tienen un hogar en común. Se entrelazan las manos como dos adolescentes. Su mirada se pierde la una en la otra y el gesto de su rostro denuncia que quisieran detener el tiempo, y que esas horas fueran eternas.
Dos niños juegan en la calle con balón. Hacia tanto tiempo que no veía jugar a los niños en invierno en la calle. Siempre entre clases de música o natación y de prisa a casa, a hacer los deberes.
Los ancianos pasean mirando este escaparate, y disfrutando del tiempo que han ganado después de años de duro esfuerzo.
La boca del metro boquita y traga, a la vez, personas que vienen y van, deseosas de llegar a su hogar y poder disfrutar de unas horas antes de volver a dormir.
Sentado en una silla con un café he disfrutado de una calle, de unas personas anónimas, que han paseado su vida ante mis ojos.
3 comentarios:
Cuantas cosas se pueden ver desde la tranquilidad de una mesa y un rico café, igual hace falta pararnos mas para saber que pasa alrededor.
Un abrazo
De eso consiste el esribir, en fijarte en los demás y sacar una historia!
Besicos
Es curiososo que haya dos grupos sociales que se fijen y observen a las personas, unos son lo escritores y otro los policias. Ambos tratan de obtener información para escribir un dosier de un a historia.Unos con el fin de entretener y otros con el fin de detener. ¿sicológicamente tendrán algo en común ambos?.
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