sábado, 28 de agosto de 2010

SE AMPUTA EL PENE

Le pudo la desesperación. Un preso de la cárcel madrileña de Valdemoro, que cumplía condena por un delito de violencia machista, se cortó el pene para evitar que lo extraditasen a su país de origen, Kazajistán. El individuo permanece ingresado en un hospital de la capital en estado grave. Los hechos ocurrieron el pasado martes por la mañana en el aeropuerto de Barajas cuando el preso, que cumplía una condena de más de seis años por retener ilegalmente y maltratar a su mujer, se encontraba en una sala del aeródromo madrileño para ser deportado. Se trataba de una entrega temporal de seis meses para que el reo kazajo fuese juzgado en su país de origen por un delito cometido allí con anterioridad.

El preso, de 52 años, estaba custodiado por agentres de la Policía Nacional y de la Interpol cuando, en en circunstancias que aún se desconocen, sacó un cuchillo y se seccionó parte del pene. El corte ha afectado al 75% de la circunferencia de su miembro viril. El reo kazajo tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital de Madrid, donde todavía continúa ingresado tras ser intervenido quirúrgicamente, según informaron en el centro sanitario. El individuo está custodiado por la Policía en las instalaciones hospitalarias.
Fuentes médicas explicaron que, cuando se presentan este tipo de traumatismos, no suelen practicarse reimplantes del pene, sobre todo cuando se trata de autolesiones. «Es una operación relativamente complicada y en territorio sucio, por lo cual existen muchas posibilidades de infección», añadieron los especialistas. De ahí que, en la mayoría de los casos, se espera a la cicatrización de la herida, tras la cual el afectado «conserva la función mingitoria, pero con pérdida de la función sexual».


No es la primera vez que un preso que cumple condena en la cárcel madrileña de Valdemoro se autolesiona para evitar que lo deporten. El pasado 17 de agosto, otro reo de origen kazajo ingirió un vaso de lejía para que no lo extraditasen, según informó ayer un portavoz del sindicato de prisiones Acaip. El preso también tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario, donde se recuperó tras practicarle los médicos un lavado de estómago.
«No es habitual que los extraditados se lesionen para impedir volver a su país, pero está claro que en las cárceles de su país viven mucho peor que en las españolas», reconocieron fuentes de Instituciones Penitenciarias, tras recordar que en los últimos meses se han acelerado las extradiciones -más de una decena diarias en la cárcel de Valdemoro- «para bajar las estadísticas de presos debido a los problemas de hacinamiento que sufren las prisiones».

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