La contraprogramación no es una práctica extraña en televisión. Las cadenas varían la ubicación de sus productos constantemente en busca de mayor rentabilidad. A veces, la estrategia responde a la intención de probar un formato en determinada franja horaria. Pero en la mayoría de las ocasiones la maniobra adopta un tinte más agresivo y el fin no es otro que tratar de menoscabar el potencial del programa de turno que emite la competencia.
Es el caso de la duodécima temporada de 'Gran Hermano', cuyo estreno en principio no estaba previsto antes del mes de octubre, pero que finalmente verá la luz en septiembre.
¿La razón? Todo indica que para plantar cara al nuevo reality de Antena 3, llamado 'El marco', que ya tiene fecha de estreno: el 3 de septiembre.
La jugada de las mentes pensantes de Telecinco obliga a posponer el estreno de la nueva edición de 'Operación triunfo', el concurso musical del que ya casi se habían completado los castings, conducidos por Pilar Rubio.
Y esto ¿por qué? La culpa la tiene el lanzamiento del formato que ha causado más furor en el último evento mundial de contenidos de entretenimiento, el Mipcom de Cannes, donde al menos doce países compraron la explotación de los derechos de 'The Frame' (o en castellano 'El marco').
El nuevo reality, de la cadena propiedad del grupo Planeta, mostrará el día a día de ocho parejas en directo, encerradas en 20 metros cuadrados , que tendrán que competir entre ellas para captar la atención del público el máximo tiempo posible.
El participante, que previamente elegirá al compañero con el que compartirá la experiencia (valen parejas sentimentales, jefes o incluso desconocidos) escogerá el espacio de la casa previsto para la convivencia. Iniciado el concurso no podrán salir de él, salvo cuarenta minutos a repartir entre ambos, que podrán dedicar para hacer sus necesidades y asearse.
«Es entretenimiento puro, porque los concursantes deberán ingeniárselas para que el espectador esté pendiente de ellos. Cada uno hará en su habitación su propio reality», adelantó la directora general de Zeppelin TV, Pilar Blasco.
Unas señales visuales serán las que marquen los límites del concurso, que constará de una gala semanal y una tira diaria, para las que aún no hay un presentador.
Cada habitación tendrá «una señal propia de televisión», de manera que las ocho parejas estarán expuestas a los espectadores 24 horas al día en la web del programa. De hecho, serán los internautas los que decidirán, con sus visitas a los vídeos de cada grupo de participantes, qué tres parejas serán nominadas para dejar el programa, aunque la decisión final recaerá en los telespectadores.
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