viernes, 10 de diciembre de 2010

FRIA NAVIDAD

La noche besaba la ciudad con sus labios oscuros. El silencio hacia mas fría la calle de aquel pueblo de la sierra. Pequeñas luces brillaban en algunos balcones dando un brillo especial a aquellos días de diciembre. Faltaban dos horas para las doce de la noche y permanecí sentado en aquel banco echando la vista atrás cuando aun era un niño.
Si algo recuerdo de las navidades cuando era niño, son los días sin clase, jugando con mis amigos en las campas y esperando la llegada de los regalos.
Recuerdos, Dios, al fin y al cabo, los recuerdos de la navidad nos persiguen de adultos aprisionando nuestro interior y jodiendonos las fiestas.
El frió se hacia sentir y faltaba poco para que dieran las diez y media de la noche. Fui caminando hasta el pórtico de la iglesia, para refugiarme y poder templarme un poco.
Luego te haces más mayor y tienes una familia. Vives con tus hijos otras navidades y vas sumando recuerdos en tu alforja.
Hoy es nochebuena, tengo ochenta años y vivo en esta sierra, en la residencia que esta un poco mas abajo, ósea en tomar por el fly. Aquí me trajeron mis hijos cuando murió mi mujer. Hoy solo me quedan los recuerdos que me dejan sin aire como una soga.
El frió traerá la muerte y con ella llegara el descanso y todos los recuerdos se borraran para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida es como un cuadrado. El primer lado suma 25años, al doblar el primer angulo recto estamos en el segundo lado que termina en los 50 años; al doblar la siguiente esquina estamos en el tercer lado que llega hasta los 75 años y ya por fin el ultimo lado llega hasta los 100 años. Yo calculo que los priemros recuerdos aparecen ya en el segundo lado, se incrementan en el tercer lado nos invaden en el cuarto lado. Depende de como sean, nos harán vivir o morir.

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